El día suele comenzar con una sesión de yoga o estiramientos. Después del desayuno, nos preparamos para ir a esquiar. Pasaremos el día esquiando en la península de Troll, haciendo bajadas que nos pueden llevar hasta la orilla del mar. Comeremos fuera del lodge, para aprovechar la jornada, y continuaremos esquiando después. Cuando regresemos al lodge, habrá tiempo para relajarse en la sauna o el jacuzzi, pedir un masaje o merendar mientras comentamos con los demás compañeros cómo ha ido en la montaña. Cenaremos todos juntos y tendremos una nueva ocasión para compartir experiencias con los guías, el cocinero, con nuestros amigos (viejos o nuevos).

Si el equipo considera que hará mejor tiempo según avance el día, nos lo comunicará para no madrugar tanto y planificar la mañana con otras actividades.

Uno de los días se planificará para esquiar por la noche y así poder disfrutar del espectáculo que nos brinda el sol de medianoche, con su luz tenue y sus colores especiales, uno de esos momentos que quedarán grabados en tu memoria para siempre. ¡Acumulando experiencias!