Madonna di Campiglio, Dolomiti di Brenta

El prestigio internacional de Madonna di Campiglio tiene mucho que ver con la calidad de su esquí -nieve, terreno, variedad e instalaciones-, pero también con la espectacularidad del paisaje, dominado por el imponente macizo de las Dolomitas de Brenta. Una mole rocosa que uno no puede dejar de admirar cada vez que levantamos la vista.

El dominio esquiable se extiende a ambos lados del núcleo urbano y tiene un acceso muy fácil y cómodo, pues diversos remontes parten desde el mismo pueblo hacia las diferentes áreas. De hecho, la “red viaria” se ha concebido de tal forma que es posible enlazar de una vertiente a otra siempre con los esquís puestos, cruzando el pueblo a través de calles nevadas, puentes y túneles.

Al este tenemos las zonas de Spinale y Grosté -la más alta-, desde las que se divisan unas impresionantes vistas. En Spinale hay algunos descensos de regreso a la base realmente buenos, como la roja Spinale Diretta y la Spinale Direttissima, una negra larga y muy pendiente, con el muro final Schumacher Streif. Grosté es más abierta, con pistas amplias y llenas de rasantes que permiten trazar virajes a placer.

En la vertiente oeste se ubican las áreas de Pradalago y Cinque Laghi. En Pradalago destaca la variedad del terreno, con recorridos entre el bosque amenos y variados. La excepción la encontramos en Amazzonia, una negra muy pendiente, ancha y bien preparada, donde podremos comprobar qué tal vamos de cantos.
En Cinque Laghi se encuentra la bajada más famosa de Madonna di Campiglio: el Canalone Miramonti, junto al núcleo urbano, en cuyo estadio iluminado se celebra la famosa 3Tre, el clásico slalom nocturno de Copa del Mundo.
El dominio se conecta con Folgarida y Marileva y, desde 2011 con Pinzolo, cubriendo una extensión de hasta 156 km con un único forfait.

Curro Bultó, esquiador y socio en Kaihópara