Megève, Alpes Franceses

Una estación con «charme» en muchos sentidos. La arquitectura de su pueblo parece sacada de un cuento, es el sitio que todos hemos intentado imaginar alguna vez. Un entorno lleno de bosques, por los que podrás esquiar casi sin repetir pista ya que las dimensiones de este dominio son muy grandes: 400 km con 220 pistas de todos los niveles, en las que recorrerás 8 gigantes picos en frente del mismísimo Mont Blanc. El acceso desde Megève es en telecabina, que sale de la parte superior del pueblo, directo a la cima del Mont dArbois (1.840 m.). Es una zona de pistas rojas y negras entre bosques, pero con poca dificultad. Desde la cara norte del Mont dArbois se accede a las pistas de Le Bettex y St. Gervais, que tienen una buena orientación y calidad de nieve.

Vivirás momentos de película recorriendo con tus esquís las calles rodeadas de pinos y de chalets típicos de la Saboya.

Sus servicios son muy especiales. Confort, lujo y multitud de lugares bucólicos que harán de la experiencia algo muy especial. Cuando vas a Megève por primera vez, enseguida te sientes en casa, como si la conocieras. Es confortable y muy completa, ideal para ir en pareja o con amigos. Pero si estás pensando en unas navidades especiales en familia, Megève es el sitio.

Para los esquiadores expertos que buscan conocer territorios, Megève les tiene preparadas muchas sorpresas: los días de nevada, sus zonas de freeride entre pinos y los couloirs mirando al Mont Blanc están a la altura de lo que este perfil busca en sus viajes. Destacar las espectaculares pistas rojas y negras, con unas vistas magníficas, y un descenso de 1.200 m de desnivel hasta el pueblo de St. Nicolas de Veroce.

La estación no es muy alta, pero su orientación norte y su latitud hacen que la nieve no falte. Además, sus maravillosos bosques son un buen refugio para disfrutar del esquí un día de nevada.

Dani Maza. Demostrador de esquí alpino y co-fundador de Kaihópara