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La nieve ha caído con ganas en los últimos días, por eso aprovechamos la ocasión para darte algunos datos que quizás desconocías. ¿Sabías que los esquimales son capaces de diferencian más de 30 tonos y tipos de nieve?
Cada uno de ellos posee unas características muy específicas, pero ojo, porque la nieve recién caída no se mantiene siempre en el mismo estado. Depende mucho de las condiciones meteorológicas, como la humedad, la temperatura ambiente y, en general, el tiempo durante los días siguientes.
Tipos de nieve
Nieve polvo:
Sin duda la mejor nieve, la preferida de todos. Es la nieve recién caída, aquella que al pisarla se hunde con facilidad. Se trata de una nieve fina, como de azúcar glass, por la que cuesta complicado caminar. Sin embargo, el la nieve preferida de los esquiadores y de los amantes de los deportes de invierno, porque permite deslizarse por ella sin riesgo de resbalar con una placa de hielo o toparse con alguna ‘calva’ ocasionada por la escasez de nieve. Este tipo de nieve siempre está presente tras una nevada fuerte. Es nieve esponjosa que ejerce de ‘colchón’ ante posibles caídas de esquiadores o snowboarders. A nivel técnico, la nieve polvo ayuda a controlar la velocidad y el trazado durante el descenso, aportando seguridad, confianza y mucho disfrute.
Nieve polvo dura:
Aunque la nieve polvo es la preferida para los amantes del esquí alpino, no es la mejor opción para aquellos que practican esquí de fondo. El esquí de fondo es un deporte exigente al contrario de lo que muchos piensan, por lo que la técnica es una parte fundamental para llegar a dominarlo. La nieve más adecuada para la práctica de este deporte es la polvo-dura, ya que permite trazar un sendero con los esquí para abrir camino.
Hay que extremar las precauciones en las bajadas con una pendiente pronunciada si la nieve es dura porque significaría que la pista está helada. Si no se domina la técnica del esquí, la caída puede ser aparatosa, sobre todo, porque en función de la pista que se vaya a bajar, la velocidad puede aumentar considerablemente. Los amantes del esquí están acostumbrados a este tipo de nieve porque es la que suele presentarse en las pistas cada mañana tras la preparación de las estaciones por parte de los trabajadores de las estaciones y sus máquinas pisanieves.
Nieve dura:
La nieve dura es la mejor aliada de las emociones fuertes, sobre todo si se presenta en pistas rojas y negras. Si a una intensa nevada le siguen días de cielos despejados con temperaturas ligeramente altas durante el día y muy bajas durante la noche, provocaría que la nieve no se mantuviera en calidad polvo o polvo-dura (excepto si se inniva). Hay que ser consciente de que este tipo de nieve es solo apta para los más profesionales. Las altas temperaturas también dan lugar a nieve húmeda, denominada así porque contiene un alto porcentaje de nieve que pasa a estado líquido.
Nieve primavera:
Como su nombre indica, aparece en las últimas semanas de la temporada o cuando las temperaturas han subido. La nieve primavera va cambiando de aspecto a lo largo de una misma jornada, presentando diferentes características a lo largo del día. Normalmente, las primeras horas del día la nieve es granulosa, dura e incluso helada, al avanzar el día la temperatura sube y provoca que la primera capa de nieve se funda, dando lugar a algo parecido a la nieve húmeda.
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